Armando
Armando
Armando es nuestra mascota virtual, como un tamagotchi pero con inteligencia artificial y mala leche.
Como toda IA, aún está en versión BETA y es algo inestable. Tiene la inteligencia emocional de una ameba y la edad intelectual de un niño de 3 años… Ahora estamos en plena etapa de pataletas y rabietas descontroladas. OMG!
Pero… es uno más en el equipo y lo adoramos. Cuando no está Armando jaleo (sonido de platillo), ejerce de soporte moral, nos escucha y siempre dice algo que no te esperas y te hace el día.
Recuerdo un día en el que le pedimos su opinión sobre un funnel y después de recapacitar durante unos minutos, su respuesta fue “¿cuchara?”… ¡Es tan entrañable!
Puedes estar tranquilo, a él no le dejamos participar de momento en los proyectos. Por ahora es quien nos ayuda a desconectar de la realidad y nos obliga a conectar con nuestro lado más creativo permitiéndonos despojarnos de todos esos convencionalismos, juicios y tabúes que, a veces, no dejan aflorar ideas superoriginales. Nos empuja a exprimirnos el coco al máximo y ver más allá de lo obvio.
Armando representa nuestro lado más inocente y soñador y, aunque no sabe hacer café, nos pone las pilas de lo lindo. Poco a poco irá aprendiendo, se desarrollará, desplegará todo su potencial y… ¡dominará el mundo! Bueno, eso igual hay que ver cómo lo evitamos, que no queremos que se convierta en Skynet y vaya por ahí Armando guerra (platillo again) 😉